Ha llegado el momento de limpiar tu bici eléctrica. Pero, ¿Cómo hacerlo de la mejor manera? ¡Te lo contamos!
Ya sea porque te has metido en un buen charco, literalmente, o porque no recuerdas cuándo fue la última vez que lo hiciste, te toca limpiar tu bici. Pero de pronto te haces una pregunta: tratándose de una ebike: ¿Qué factores debo tener en cuenta? ¿Cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar?
Como siempre, en Biobike estamos aquí para ayudarte. No sólo a elegir la bicicleta eléctrica que mejor se adapta a tus necesidades: también para darte una serie de consejos que te serán muy útiles en situaciones como esta.
Dicho esto, arremángate y…. ¡A ponerle bueno!
1. Busca un lugar apropiado.
Parece obvio, pero no serías la primera persona que, una vez ha empezado a limpiar su bici, se ha dado cuenta de que el espacio escogido no era el más idóneo para ello. Busca un lugar en el que puedas ensuciar sin dramas. Y si tienes posibilidad de hacerlo al aire libre, mucho mejor.
2. Utiliza buenos productos de limpieza.
Si tienes una e-bike, seguro que ya lo sabes: a menudo conviene gastar un poco más de dinero para dar un salto de calidad más que notable. Con la limpieza de tu bici pasa exactamente lo mismo: si decides no escatimar y apostar por primeras marcas ella te lo agradecerá.
3. Olvida el agua a presión.
Es otra de las grandes tentaciones: coger una buena manguera y meterle un chorro de presión a tu bici. No es una buena idea: determinadas partes como los rodamientos y, especialmente, los componentes electrificados, pueden sufrir daños importantes. Es mejor que emplees agua a baja presión y un trapo suave.
4. Cuidado con la batería y la pantalla.
Al limpiar tu bici eléctrica, la batería y los conectores, así como la pantalla, pueden resultar dañados al entrar en contacto con el agua. Extrae la batería y cubre con un trapo o una película de plástico los displays fijos que no puedas retirar. Presta atención a los conectores de la batería: que no queden al descubierto.
5. ¡Sécala bien!
Aunque tu bici necesite agua de vez en cuando, la humedad puede ser un temible enemigo. En el caso de las bicicletas eléctricas, este paso cobra aún más importancia. Puedes probar dejar que la bici se seque al sol. De hecho, si tienes un compresor de aire, mucho mejor.
6. Lubrica la cadena.
Es el momento de lubricar la cadena. Para ello lo mejor es que utilices un producto específico. Este paso es realmente importante, no sólo de cara a alargar la vida útil de la bici, sino para evitar posibles problemas en plena rodada. Ten cuidado para que los productos lubricantes no entren en contacto con los discos de freno o la corona dentada, y asegúrate de limpiar bien el lubricante que sobra.
7. Ojo al mantenimiento.
Que no pase una eternidad hasta que vuelvas a caer en la cuenta de que tu bici necesita una limpieza en profundidad. En este caso no vale aquello de que “no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”. Ensuciar es inevitable, pero limpiar esa suciedad de zonas como las ruedas, la suspensión o los cambios es esencial. Sobre todo, porque cuanto más tardes en hacerlo más se acumularán y más difícil te será hacerlo.
¿Sigues teniendo dudas? ¡Ningún problema! En Biobike somos distribuidores autorizados de todas las marcas de nuestro catálogo, hemos superado todos los cursos oficiales de capacitación.